La lluvia que anochece pronto mi impaciencia, anuncia ruidos de tormenta.
Ese ruido se volvió miedo de repente.
Miedo de, en realidad, no ser eso que esperabas día a día.
Miedo a que mis espinas no dejen cosechar más rosas.
Miedo de que tu canto cobije hermosas sirenas.
Y si soy sólo un ser humano..
Y si el viento arrastra verso a verso todo el amor guardado..
Y si el mar te lleva hacia lo profundo del océano y no necesitas un rescate del naufragio..
Y si te hundes en otros pensamientos, y en otros corazones, y en otros versos..
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