sábado, 23 de agosto de 2014

paréntesis de tormenta

La lluvia que anochece pronto mi impaciencia, anuncia ruidos de tormenta.
Ese ruido se volvió miedo de repente. 
Miedo de, en realidad, no ser eso que esperabas día a día. 
Miedo a que mis espinas no dejen cosechar más rosas. 
Miedo de que tu canto cobije hermosas sirenas.
Y si soy sólo un ser humano..
Y si el viento arrastra verso a verso todo el amor guardado..
Y si el mar te lleva hacia lo profundo del océano y no necesitas un rescate del naufragio..
Y si te hundes en otros pensamientos, y en otros corazones, y en otros versos..

viernes, 22 de agosto de 2014

Y en un momento creciste

No es una decisión.
Nadie quiere abandonar la vida de sopas de la abuela,
Cuadernos de colorear vacíos y paredes que parecen imitaciones de un Kandinsky,
Desayunos domingueros en cama de papá y mamá,
Amigos jugando al carnaval en la vereda ( si es del vecino mejor).

Todos queremos permanecer en la infinita inocencia.
Donde hay monstruos debajo de la cama y no ladrones y asesinos baratos.
Donde hay príncipes y princesas de cuentos y no realezas del siglo pasado con la plata de qué se yo quien.

Abandonar la niñez, la juventud, los sueños que te mantenían a salvo de los incrédulos; es tirarte poco a poco los años encima, sin prestar atención ni disfrutar de los pequeños cambios que, al final, nos hicieron grandes.

Crecer es no limpiarte el beso de tu mamá en la mejilla y en su lugar corresponderle un abrazo.Pero es también ya decidir por uno mismo.
Es saber decir adiós (como dice Cerati), pero poder decir te quiero.

Crecer es madurar, es aprender, es descubrirnos y encontrarnos.
Aceptar que no todo es siempre como queremos,
Y que por lo que queremos siempre hay que pelear.
Crecer es no abandonar, ni esa juventud que nos moviliza a hacer locuras que nos hacen felices,
Ni nuestras convicciones y creencias.
Es saber que lo que nos cuesta siempre vale

Y que las mejoras cosas no se compran.

viernes, 15 de agosto de 2014

Lo que hoy no valorás, mañana no va a existir

Necesité alejarme de la rutina, de la comodidad de mi casa, del calor de la familia y de los indiscutibles amigos, para entender qué hay más allá de todo lo que es o era mi mundo. 
Cruzar el charco.
Hay un momento, sobre todo cuando uno es joven e inexperimentado, en que comienza la gran retórica filosofía de nuestras vidas. Es cuando toda decisión se vuelve temerosa y creemos que todavía estamos a tiempo para no equivocarnos..
Lo cierto es que nadie escapa al error, a la equivocación, porque nadie lo sabe todo y puede predecir lo que va a suceder.. Sino, para qué viviríamos, no?
Como tener un manual para llevar una vida sin desperfectos, sin contratiempos.. Sin emociones, en realidad.
En la experiencia está la vida, en salir, aventurarse a sentir temor, frío, soledad, dolor. Porque es ahí cuando podés ver todo el resto.
A nuestro al rededor conviven infinitas realidades distintas. La mayoría de nosotros está programado para pasar de ellas. Estamos tan preocupados por hacer cosas para nuestro futuro que olvidamos que existe un presente y es mucho más importante, porque no sabemos cuánto va a durar. Un instante puede ser eterno y una vida puede ser efímera.. Cuando miramos atrás, ya pasó.
Hay un mundo lleno de pequeños detalles que no duran más que un instante.. y reconfortan grandes sentimientos.
Vas a dedicarle un instante de tu tiempo a esos detalles? O vas a seguir perdiendo la vida que te estás ganando? 

jueves, 14 de agosto de 2014

Hace un mes..

Los venía observando hace un tiempo ya.
Siempre prendidos a ese tallo que parecía tan débil.
El día no estaba para salir, la lluvia había humedecido el ambiente que se hacía más espeso segundo a segundo. Pero mi ansiedad me arrastró hacia el fresco atardecer.
Y los volví a ver. Siguiendo esta vez la delgada línea del sol que dibujaba en la calle.
Eran decenas de caracoles arrastrando su casa al otro lado, como mudándose de hemisferio.
Otros insectos, que jamás había visto, y algunas aves parecían danzar para darme un espectáculo de atardecer, que no había vivido desde que llegué..
hace un mes.

viernes, 1 de agosto de 2014

(visiones)

Desde lo alto se veía un abismo y me quise lanzar a volar.
Una alfombra verde y amarilla acobija mi descanso.
"Argentina a la final" - se oye un niño relatando un campeonato de mini fútbol en el parque.
Entre mis piernas enredadas como chinito, el calor de un termo, y en mis manos un mate que buscaba compañía.
Girando sobre mí, la pude ver. Quedé helada. Me sonreía y se escondía tras el viento que llevaba su aroma lejos de mí.
Disimulé hacer mil cosas. Leí medio libro en 5 minutos. Ella acomodaba su pelo y yo ofrecía un mate. Se acercaba.. "Te estaba buscando" - me dijo. Y yo que todavía no podía cerrar la boca, mientras mis ojos se cerraban intentando visualizar esa silueta que brillaba delante del sol.
No sé si me encandiló su luz o su sonrisa.
"Me convidás un mate?" - Me apuró.
Yo cebé, mirando como la yerba se impregnaba de todos esos recuerdos-imágenes, un espejo de visiones inventadas que se querían hacer realidad..
Suspiré, miré al cielo, y lo tomé.