Hoy tengo un deseo, no como el resto de los días. Es más una necesidad. Ganas! de expresar tantas cosas que tengo adentro. Aunque parece fácil escribir, no son tan simples las palabras que puedan darle vida a los sentimientos.. Y con tantas cosas por decir, uno suele confundir esas letras, suele darle vueltas y vueltas a sus significados. Como una canción y sus múltiples interpretaciones. Como una obra de arte y tantas visiones como espectadores la recreen, la absorban, la escurran, la tomen y vuelvan a volcar.
Cada día que pasa, el camino se va abriendo a todas las cosas que puedas mirar o aquellas que quieras tocar, sentís que el mundo te pertenece, que no hay lugares donde no puedas llegar. En un instante, ponés pausa y decís: "por aquí ya estuve.. (te largas a reír)". Una canción te hace vivir un deja vu, sentís ese olor en esa charla de verano, ves el sol reflejarse en los rostros, escuchas las risas en bucle y no parás de sonreír aunque sigas con los ojos cerrados o simplemente mirando a un punto fijo en esa especie de agujero negro que se abrió.
Miro para atrás, y me encanta lo que veo. Y es esa satisfacción de poder ir hacia adelante sin nada que te ate, sin remordimientos, sin equipaje, aunque cargada de todos esos recuerdos, tantas imágenes que quedan grabadas en este instante eterno y fugaz.
Cómo nos cuesta tener este flashback, esperamos demasiado para darnos cuenta de que todo lo que vivimos es un increíble aprendizaje y una inmensa aventura.
Será que a medida que pasa el tiempo y vamos creciendo, entendemos mejor esas cosas que no se pudieron concretar, o esas que hicimos sin querer. Nos sonrojamos ridiculizados de las reacciones impulsivas que nos llevaron a cometer locuras tan lindas y arriesgadas.
No hay nada más lindo que la sensación de ir cruzando una vida tan llena de emociones, de haber compartido con gente de corazón tan grande los mejores momentos de ese camino que tiene tantas vueltas que nunca terminamos de encontrar todos los secretitos escondidos por ahí, pequeños guiños que nos hacen unir con un hilo delicado, como bordando, todas nuestras historias.
Un paso le sigue al otro, una historia se cierra para comenzar una nueva, una etapa concluye para seguir avanzando, llegan esos momentos soñados para seguir soñando.
Ves ese momento especial, de esa persona especial, donde y cuando siempre quisiste estar.. Pero ya tenemos sabido que prometemos cosas que no siempre podemos cumplir, aunque son promesas de corazón y eso es lo que vale.
La cabeza nos puede aconsejar, pero el corazón tiene la última palabra siempre.
Tantos amigos en el corazón y presentes en este deja vu, que me hace poner piel de gallina y escuchar esas canciones tristes para sentirme mejor.
Tantos momentos que quedan atrás, y tantos por venir que no puedo aguantar la emoción de verme ahí, creciendo, respirando, caminando hacia los nuevos caminos de este mundo que tengo al frente.
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