Han pasado ya dos meses.. 1440 horas de mi vida. Una vida nueva que estoy aprendiendo a interpretar acá, en el culo del mundo, a más de 10000 km de todo lo que conocía.
Empecé mi aventura sola y creí que así lo estaría por mucho tiempo. Me imaginaba enfrentándome a monstruos o a cosas que para mí en éste momento de mi vida me costaría mucho superar.. Y aunque un poco así fue, cuando en la experiencia tuve que aprender trabajos nuevos, gente distinta, modos y un idioma el cual no manejaba muy bien.. jamás estuve sola.
Toda la gente que me rodea siempre me ayudó a salir adelante. Pero tuve un compañero especial. La vida me presentó a un ser, para mi entender, único. Fue él mi aliado en estas 1440 horas del inicio de mi nuevo rumbo. Con él aprendí geografía, historia, sociología, psicología, el manual de supervivencia (aunque sea dentro de una packhouse).. Fue mi risa en un día gris, supo ser oídos, ojos y algún abrazo (nunca fuimos muy demostrativos ninguno de los dos), a veces simples y respetuosos silencios necesarios.. Un "buenos días", "buenas noches", "Quéeee ondaaaa?". Nunca esperé encontrar un hermano así, de esta forma, tan repentina, un lazo arraigado sin apenas conocernos, un complemento tan a tiempo como inoportuno.. Porque yo llegaba y él se iba..
Y así tuve que aprender también. Otro cachetazo para entender más fácilmente. El significado de una despedida, de otros destinos, de que no somos más que tiempo y la vida es la que nos recorre.. Somos nuestro propio camino y nuestro momento es ahora. Saber aprovecharlo, aceptarlo y entenderlo es nuestro deber para poder disfrutar y exprimir cada acontecimiento que no se volverá a repetir..
Querer.. sin barreras. Y no esperar demasiado, sino simplemente hacer, ir en busca de..
Soltar.. sin saber si habrá un regreso, deseando siempre la buena voluntad de la vida y los buenos vuelos. Pero queriendo siempre volver, intentar, o simplemente tener presente que así como el destino une y separa, puede volver a unir.
Fluir.. seguir, caminar, llegar. Sentirse libre y avanzar. Un sueño de por medio y mucho por andar.
"La primera de muchas despedidas" - me dijo.
"La primera de muchas aventuras" - le dije.
Gracias! Amigo, compañero, hermano.
Un breve adiós.
Hasta nuestro próximo encuentro.
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