Si hace meses que no parás de hablar de lo mismo,
si todos tus amigos y familiares ya te escucharon la historia infinidad de veces,
si lo único que ves en internet son opciones de vuelos, forma de cambiar pesos a dólares en precio oficial, fotos de lugares, esos miles de grupos de viajeros en facebook a los que te uniste y te llenan de notificaciones pero aún así lees con demandante frecuencia,
si leíste de arriba a abajo ida y vuelta y al revés el blog: "yomeanimoyvos.com",
si no dejaste dormir a Berna porque se te ocurrió que tu pregunta nunca nadie la hizo ni la respondió,
si esta última semana fue caótica y tu cabeza no paraba de generar preguntas, de analizar situaciones, de pensar insólitos "planes B"...
Sí.. Estabas a la espera de ese gran momento. Aplicar para la bendita visa Working Holiday para Nueva Zelanda...
Todos los que nos metemos ideas locas en la cabeza, la llenamos de sueños y trabajamos día a día en intentar realizarlos, sabemos la felicidad que nos llena el alma cuando vamos dando paso a paso, alimentando cada esperanza un poquito más, dándonos a sorbos un respiro de aliento.
Tu vida empieza a cambiar poco a poco.
De repente hacés amigos o compañeros con mayor facilidad y rapidez.
Te llenás de buenas intenciones sabiendo y esperando lo mismo del resto de las personas, cuando antes no creías en esa posibilidad.
Te atreves a hacer cosas que antes no harías y empezas a cambiar tu perspectiva.
Lográs centrarte de la manera más óptima en tus proyectos y tu rutina se convierte en planes para alcanzarlos.
Comenzás a entender esas palabras que te dijeron tu mamá, tu papá, tu abuela, tus amigos; y aquellas que callaron tus hermanos u otros seres queridos.
La proyección de tu energía sobre las cosas no te cambia sólo a vos, sino también a tu entorno, y hacés la transición mucho más agradable y te enorgulleces de pequeños logros que veas a tu alrededor.
En este momento quisieras hacer muchas cosas que no hiciste, decir esas palabras que callaste, poder guardar los abrazos en un rincón donde siempre puedas volver a tenerlos...
Pero acá empieza tu aventura. Ese paso que te atreviste a dar sin muchas seguridades, golpeándote con cosas que no anticipaste y aprendiendo de los tropezones que no logran hacerte caer la ilusión.
Siempre digo que no hay un manual sobre cómo avanzar en la vida, cuándo correr, cuando caminar, cuando saltar. Pero si lo hubiera, no querría conocerlo. Es increíble sorprenderse a uno mismo ya en el riesgo, ya en el camino.. y lo que sé, es que nunca hay que parar.
Te llenás de las opiniones de mucha gente, y es bueno escuchar sobre todo a los que están siempre a tu lado, pero al final tenés que saber obrar por vos mismo.
Muchas veces nos impacientamos y queremos que las cosas nos sucedan a nuestro antojo y a nuestro ritmo. Lo sorprendente es que hay un destino esperándonos y llega al momento preciso. Nos cuesta entenderlo, pero siempre terminamos aceptándolo al ver que es lo mejor para nosotros. La cosas no llegan solas, pero llegan; tenemos que trabajar para lograr nuestros objetivos, pero también dejar fluir.
Hoy, me siento en estado de Éxtasis porque conseguí dar un paso más en mi camino, donde se cruzan rutas, se cruzan tiempos, se cruzan historias. Y lo disfruto plenamente.
Hoy obtuve la tan esperada Visa Working Holiday Nueva Zelanda..
Y todo lo que está por venir...?
;)
"Sólo las personas que se atreven a ir demasiado lejos, logran descubrir hasta dónde pueden llegar" T.S.Eliot
jueves, 25 de septiembre de 2014
viernes, 19 de septiembre de 2014
Hogar
Resulta que..
Caminar sobre el asfalto caliente descalza,
sentir el pasto y el rocío colarse entre mis dedos,
el sol que mueve mis pestañas,
hundirme en el viento y la lluvia;
me hacen sentir en casa.
Caminar sobre el asfalto caliente descalza,
sentir el pasto y el rocío colarse entre mis dedos,
el sol que mueve mis pestañas,
hundirme en el viento y la lluvia;
me hacen sentir en casa.
lunes, 15 de septiembre de 2014
Sonrisas y lágrimas
Los ojos sucios se bañan en fantasías que rompen en la orilla del mar.
Cómo escapar de esta marea que sube y tapa esa mirada,
que perfora, pero sana.
Me agobia lo mismo que me hace circular la sangre a gran velocidad.
Un sueño tan grande que quiere salir y volverse realidad.
Un sincericidio que es peor que la eutanasia.
Cómo engañar un corazón?
Cómo entender las razones?
Se aprende a soñar y no a idealizar.
Se lavan los ojos.
La marea logra bajar.
Y seguimos viendo el mismo horizonte.
Cómo escapar de esta marea que sube y tapa esa mirada,
que perfora, pero sana.
Me agobia lo mismo que me hace circular la sangre a gran velocidad.
Un sueño tan grande que quiere salir y volverse realidad.
Un sincericidio que es peor que la eutanasia.
Cómo engañar un corazón?
Cómo entender las razones?
Se aprende a soñar y no a idealizar.
Se lavan los ojos.
La marea logra bajar.
Y seguimos viendo el mismo horizonte.
lunes, 8 de septiembre de 2014
breve reflexión tecnológica
Me llama la atención cómo funciona la psicología humana..
Si subís al bondi (autobús) con 10 personas y hay 20 lugares, todas se van a sentar separadas.
Acaso es algún virus contagioso..?
Tan sumergido en nuestro mundo estamos como para que el único contacto que tengamos con el resto sea por vías tecnológicas..?
Conté 14 personas, de las cuales 10 van con los ojos pegados. No pegados por el sueño a als 7 de la mañana, sino pegados al celular (móvil).
Yo hago mi recorrido siempre igual porque voy con tiempo justo al trabajo (no me gusta levantarme tan temprano), además camino bastante y me ayuda a pensar.
De vuelta a casa sí cambio de paseo y aprovecho a conocer otros lugares, otras vistas desde lo alto de Pamplona.
Trato de observar la actitud y actividad de las personas.
Muchas veces voy con mi música para relajarme y despistar otros pensamientos. Cambio mi playlist cada semana para conocer música local, pero siempre vuelvo a mi rock nacional.
Cuando tenés 5 minutos para levantar la mirada y ver a tu alrededor, ves las cosas simples que te perdés por no prestar un poco de atención a la vida que transitás día a día, un simple intercambio de miradas, de energías con la gente transeúnte que va en tu camino o el contrario, quizás.
Si subís al bondi (autobús) con 10 personas y hay 20 lugares, todas se van a sentar separadas.
Acaso es algún virus contagioso..?
Tan sumergido en nuestro mundo estamos como para que el único contacto que tengamos con el resto sea por vías tecnológicas..?
Conté 14 personas, de las cuales 10 van con los ojos pegados. No pegados por el sueño a als 7 de la mañana, sino pegados al celular (móvil).
Yo hago mi recorrido siempre igual porque voy con tiempo justo al trabajo (no me gusta levantarme tan temprano), además camino bastante y me ayuda a pensar.
De vuelta a casa sí cambio de paseo y aprovecho a conocer otros lugares, otras vistas desde lo alto de Pamplona.
Trato de observar la actitud y actividad de las personas.
Muchas veces voy con mi música para relajarme y despistar otros pensamientos. Cambio mi playlist cada semana para conocer música local, pero siempre vuelvo a mi rock nacional.
Cuando tenés 5 minutos para levantar la mirada y ver a tu alrededor, ves las cosas simples que te perdés por no prestar un poco de atención a la vida que transitás día a día, un simple intercambio de miradas, de energías con la gente transeúnte que va en tu camino o el contrario, quizás.
martes, 2 de septiembre de 2014
Y más impulso..
Aire.
Sobrepoblación de oxígeno en la sangre.
Una imagen te deja en el aire.
Llena tu pelo de cosquillas y de sol.
Alto.
Te hacés más grande y fuerte.
Te llenás los pulmones y las manos de impulso.
Resistís todas las miradas.
Buscás la suya entre las demás.
Las separás una a una
y más impulso.
Tal vez no es demasiado alto,
demasiado riesgo.
Esa sonrisa, que va de un lado a otro,
empieza a apagarse.
Se resigna a no encontrar al menos un reflejo
que no demuestre la misma felicidad liberada.
Y así decidís esconderla.
Sobrepoblación de oxígeno en la sangre.
Una imagen te deja en el aire.
Llena tu pelo de cosquillas y de sol.
Alto.
Te hacés más grande y fuerte.
Te llenás los pulmones y las manos de impulso.
Resistís todas las miradas.
Buscás la suya entre las demás.
Las separás una a una
y más impulso.
Tal vez no es demasiado alto,
demasiado riesgo.
Esa sonrisa, que va de un lado a otro,
empieza a apagarse.
Se resigna a no encontrar al menos un reflejo
que no demuestre la misma felicidad liberada.
Y así decidís esconderla.
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